Junio en los Mercados Globales

Por caso, se conoció que EE.UU. incorporó 2,5 millones de empleos nuevos en mayo cuando el consenso general era una destrucción de trabajo más prolongada, con 8 millones de puestos perdidos para el quinto mes del año. La sorpresa positiva en el mercado de trabajo –una diferencia de más de 10 millones- propinó expectativas de una recuperación económica más rápida de lo imaginado.

En este contexto, las acciones del S&P 500 continuaron su proceso de suba al aumentar un 1,45% en junio para quedar apenas -4,2% en lo que va del año. La tasa de los bonos del Tesoro a 10 años casi no ha sufrido cambios en el último mes y se posiciona en niveles de 0,68%. Por el lado del rendimiento de la renta fija corporativa, los bonos de grado de inversión han subido un 2,2% en junio mientras que los de alto rendimiento han caído un -1,3% para el mismo período.

El foco de los inversores comienza a virar en torno a las elecciones presidenciales de Noviembre. La pandemia está lejos de terminar y existe un descontento social significativo. Trump posee niveles de aprobación del 39%, de acuerdo a la consultora Gallup. Una encuesta realizada por la cadena de noticias Fox proyectó una victoria del demócrata Joe Biden.

Desde el otro lado del Atlántico, crece la confrontación entre Alemania y el Banco Central Europeo. La corte suprema germana ha enviado un ultimátum a la entidad regida por Christine Lagarde para que justifique cómo las medidas tomadas estos últimos meses pueden beneficiar a bancos y ahorristas alemanes. Soportadas por la reactivación económica, las acciones europeas han subido un 2,5% en junio mientras que el euro se revalorizó un 1% frente al dólar en un momentum favorable para las acciones del bloque.

El aspecto geopolítico se vio sacudido por las relaciones entre las principales economías del mundo. El presidente de China Xi Jinping oficializó la ley de seguridad nacional en Hong Kong. Esto generó una reacción negativa por parte de Estados Unidos, que revocó definitivamente el status especial que este distrito poseía. ¿La justificación? El riesgo de que tecnología estadounidense caiga en manos del gobierno chino.

Por el lado económico, el gigante asiático ha presentado el mejor nivel del año en expansión de la actividad manufacturera, dato que apoyaría la idea de reactivación. A pesar de ello, las acciones chinas en dólares han subido un marginal 0,6% en el mes y se encuentran -8,6% en el año.

En cambio, las acciones de los países emergentes en su conjunto, han subido un 4,5% este último mes y se encuentran un -10% en lo que va del año. El activo mostraba cierto retraso respecto a las recuperaciones observadas en abril y mayo en la renta variable de las economías desarrolladas.  

Junio en los mercados globales


Mercados

Lo peor de la contracción económica ya ha pasado, aunque las innovadoras políticas de estímulo dejan dudas acerca del futuro de los mercados financieros

En el informe de mitad de año que ha emitido la compañía, ataca tres puntos principales y los relaciona directamente con sus implicancias de inversión:

  1. El nivel de reactivación de las economías luego de los confinamientos.
  2. Niveles de implementación y sustentabilidad de la política fiscal expansiva. 
  3. Cambios estructurales en la manera de invertir.

Respecto al nivel de reactivación de las economías, están observando cada vez más actividad tanto en Europa como en Estados Unidos (aunque lejos de los niveles pre pandemia), según el índice de movilidad proporcionado por Google tal y como muestra el siguiente gráfico:

Índice de movilidad para las sociedades de Estados unidos y el promedio para Alemania, Francia e Italia

Respecto a los niveles de implementación y sustentabilidad de las política fiscal, observan a la capacidad de Estados Unidos como agotándose debido a la masiva cantidad de estímulos observada que estaría dejando casi sin posibilidades de actuar en caso que la situación empeore. En contraste, han ganado confianza respecto a la calidad de estímulo fiscal europeo en este tipo de contexto.

Por último, respecto a los cambios estructurales en las maneras de invertir, la casa de inversión hace referencia a la gran cantidad de consecuencias de comportamiento que quedará instaladas en la sociedad luego que la pandemia pase. Esto tendrá una implicancia directa en las corporaciones, en los hábitos de consumo y, sobre todo, en la inversión en empresas que presenten planes de inversión sustentables.

Inversiones

Se inclinan a comprar deuda de alto rendimiento y de grado de inversión global. Respecto a acciones, prefieren las acciones europeas debido a la etapa avanzada en la que se encuentra la recuperación de la pandemia. Respecto a las renta variable de Estados Unidos, han bajado un escalón hacia “neutral” debido a los grandes desafíos por delante que tendrán las corporaciones en medio de una pandemia que no está cerca de terminar.

Rebajaron los bonos nominales del tesoro estadounidense en detrimento de los bonos atados a la inflación (TIPS) por la gran cantidad de dinero emitido. De manera táctica, son positivos respecto al crédito que compre la reserva federal (bonos de grado de inversión y de alto rendimiento).

Este nuevo contexto propone al inversor buscar nuevas herramientas de inversión por fuera de las tradicionales como pueden ser empresas sustentables, mercados privados y la diversificación en países por fuera de Estados Unidos.


Divorcio entre la economía y la recuperación de mercados financieros

Desde la entidad se preguntan si llegará realmente una corrección de mercado luego de los mínimos observados de marzo. Observan un divorcio entre el estado de la economía actual y la sorprendente recuperación del mercado financiero.

Para la casa de inversión, los inversores están siguiendo tres variables: tasa de crecimiento de casos de COVID-19, capacidad de respuesta política y el potencial rebote que poseen las ganancias corporativas de aquí a 18 meses vista.

Por el lado del soporte político, las cartas por parte de la Reserva Federal ya están jugadas y han sido una de las principales responsables de la última recuperación observada. Desde la entidad monetaria han declarado que se mantendrán las tasas cercanas a cero por lo menos hasta el 2022. Desde el frente fiscal, la expectativa de nuevos paquetes de estímulos en el futuro sumados a los ya existentes sostienen los niveles actuales de precios en el mercado.

Según el banco de inversión, lo que podría hacer que se materialice una corrección es una segunda ola de contagios del COVID-19 o alguna insinuación por parte de las autoridades monetarias de que se podrían terminar los estímulos. El primer hecho estaría más cerca que el segundo, aunque, por el momento, el poder de fuego de la Reserva Federal estaría pesando más en la ecuación y las acciones resisten. 

Por último, se mantiene que los nuevos datos económicos presentados son sólidos debido a la baja referencia desde donde parten, aunque hacia adelante, estos comenzarán a sorprender cada vez menos. En este punto, es donde el mercado podría experimentar cierto retroceso, aunque advierten que no piensan que sea de la misma magnitud que la vivida en marzo pasado. 

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