2019 en los Mercados Globales

A pesar de los temores iniciales, no se produjo en 2019 la recesión de la primera economía del mundo. Como consecuencia, el mercado de acciones de EE.UU. tuvo su mejor año desde 2013, con el índice S&P 500 quebrando el techo de los 3,000 puntos y rindiendo finalmente 30%, uno de los mejores años de su historia. De todas formas hay que destacar que gran parte del rendimiento se debió al rebote de la caída abrupta del 4to trimestre de 2018.

A su vez, el último dato de crecimiento económico fue de 2,1% (tercer trimestre). Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, se adecuó al marco de bajo crecimiento global: aplicó tres recortes en la tasa de interés durante 2019 hacia el rango de 1,50% – 1,75%.

El rendimiento de los bonos del Tesoro de EE.UU. a 10 años cayó de niveles de 2,70% en enero a los 1,90% actuales. Este hecho ha planteado un escenario positivo para la renta fija en general, con rendimientos de entre 10% y 15%.

Por otro lado, el factor que dominó el humor de los mercados financieros en 2019 fue el conflicto comercial entre China y Estados Unidos. Si bien no luce terminado, el factor de un acuerdo preliminar contribuye a apaciguar tensiones. A lo largo del año, los activos financieros globales han respondido con subas y bajas frente a avances y retrocesos en las negociaciones entre las dos economías más importantes del mundo.

La inflación de EE.UU. está comenzando a mostrar modestas señales de recalentamiento. Por este motivo, el oro ha tenido un buen año en torno al 18,3% y los bonos del tesoro que ajustan por inflación han rendido parecido a sus pares nominales, en torno a 8,5%. 

El dólar ha tenido un año más calmo que el 2018 gracias a la relajación monetaria de la Reserva Federal. La política de los bancos centrales del mundo ha sostenido las tasas de interés en niveles históricos deprimidos. Gran parte de la renta fija del mundo desarrollado rinde negativo. En la zona del Euro, el stock de bonos soberanos que rinde menos que cero superaba el 60% del total a septiembre.

Como todos los años, los riesgos geopolíticos existieron: luego de la renuncia de Theresa May al mando de Gran Bretaña por su incapacidad de lidiar con el Brexit, Boris Johnson ha tomado las riendas del asunto. Decidió llamar a elecciones, fue reelecto con mayoría en el congreso para poder aprobar el proyecto tal cual como él deseaba. El mismo fue recientemente aprobado y prohíbe extender el período de transición más allá de diciembre 2020.

En el resto de Europa occidental, los principales eventos del año fueron el cambio de presidencia del Banco Central Europeo y la continuación de las políticas de relajación monetaria debido a una débil reacción económica del bloque. Las acciones europeas han festejado estos estímulos y han seguido de cerca a las norteamericanas a lo largo de este año. Rindieron un 28% en euros.

En mercados emergentes, la desaceleración en el crecimiento chino ha sido una de las noticias clave. Es por esto que la renta variable emergente, luego de tocar rendimientos positivos en torno al 20% en dólares a principio del 2019, culmina en promedio cerca del 10%.  

Por último, 2019 ha sido un gran año para los activos financieros en Brasil. La reforma previsional, junto a un conjunto de privatizaciones que buscan reducir el déficit y un programa de reformas pro mercado en el horizonte, han llevado las acciones a rendimientos del 23% en dólares este año.

Desempeño de activos en mercados globales

Mercados financieros en 2020: ¿Qué están leyendo las grandes casas de inversión?

Mercados

En 2020, Blackrock abre la puerta a los activos emergentes y bonos de alto rendimiento

Según describe en su último informe global, la compañía está tomando una posición más arriesgada en la composición de su cartera. Recomiendan para los próximos 12 meses, comprar activos más cíclicos como: acciones japonesas, acciones de mercados emergentes y bonos de alto rendimiento. Después de un excelente año para las acciones de EE.UU., Blackrock espera que su rendimiento en 2020 se comporte en tándem con las globales.

En materia de crecimiento y política económica, el 2020 será un año en donde los bancos centrales tendrán menos espacio para políticas acomodaticias y los países priorizarán el estímulo fiscal. Por este motivo, para la renta fija recomiendan los bonos emergentes y los de alto rendimiento. No incluyen a los bonos de grado de inversión, ya que su bajo rendimiento no lo muestra tentadores.  

Esperan que el crecimiento mundial comience a repuntar el año que viene gracias a relaciones en el comercio mundial más pacíficas y a las condiciones financieras actuales.

Las recomendaciones para los próximos 6-12 meses son:

Acciones: Compra. Preferencia de acciones globales por sobre las de EE.UU., principalmente las japonesas y de países emergentes.

Renta fija: Compra. Preferencia en crédito global. Favoritos: Deuda emergente (Local y en dólares) y bonos de alto rendimiento.

Bonos de gobiernos: Neutral. Es de esperar que las curvas de interés sigan igual o más bajas el año que viene. Es por esto que prefieren los bonos cortos del tesoro Estados Unidos y aquellos que ajustan por inflación del mismo país.

Efectivo: Neutral. Recomendado para aquellos que quieren tener una protección frente a los cisnes negros que puedan aparecer el año que viene.


La tregua EE.UU.-China y las mejores perspectivas para la economía global plantean un escenario benigno para las acciones

En su informe de alocación de activos para el 2020, la compañía es más positiva para invertir en activos de riesgo en detrimento de los bonos para el año que viene.

Esperan una economía mucho más propensa a crecer tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo. A la vez, esperan que este crecimiento moderado impulse al alza a la inflación y, en consecuencia, a las tasas de interés. Por este motivo es que prefieren invertir en acciones. Esperan que ese crecimiento sirva para mantener los niveles actuales de empleo aunque no suficiente como para impulsar un gran salto en los niveles inflacionarios Este tipo de escenario, describe J.P. Morgan, sería positivo para los activos de riesgo.

Por último, proyectan un contexto más calmo para el comercio mundial, que beneficiaría a activos cíclicos como las acciones japoneasas y las de mercados emergentes.

En cuanto a la renta fija, este mismo escenario beneficiaria a la deuda emergente soberana denominada en dólares, que presenta atractivos rendmientos en comparación a pares de países desarrollados.

Las recomendaciones para el año que viene son:

Acciones: Compra. Preferencia de acciones de Estados Unidos por sobre globales. También son positivos frente a acciones emergentes.

Renta Fija: Compra. Preferencia en crédito global. Favoritos: Deuda emergente en dólares.

Bonos de gobiernos: Neutral. Recomiendan bonos del tesoro de Estados Unidos nominales y aquellos que ajustan por inflación.

Efectivo: Positivos. Prefieren efectivo a estar invertidos en bonos con media o larga duración debido al alza que esperan el año que viene en las tasas de interés.

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